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18 - Dionisio y Ariadna (1997)

El mito del germinar y florecer la naturaleza tiene en la bodega otra visualización mítica en la escultura Dioniso y Ariadna. El dios toma posesión de ella presionando el pecho de Ariadna con la mano extendida, como si de una raíz se tratara, sorbiendo de nuevo con este gesto el alimento que nutre el poder vital. Al despertar Ariadna tras el contacto del dios, se encontró ya desposada y fértil; las viñas florecieron fecundas en primavera